viernes, 25 de septiembre de 2009

Os falta tiempo o divagaciones sobre la existencia humana y perruna

Ayer fue “Sta. Merche”, fiesta gorda en Barcelona. Mamuchi llamó a una ex compa del trabajo con quien hacía mucho tiempo que no hablaba. Ya sabéis -diría ella- pasan días y más días y no se encuentra nunca el momento, siempre se deja para otro rato en el que una espera tener más tiempo o más tranquilidad, o más de las dos cosas… Pero, mira, ayer se decidió porque, tras varios días acordándose especialmente de su amiga, quería felicitarla en el día de su santo.
- ¿Qué tal, Mercé? Cuánto tiempo, verdad? Cómo va todo?
- Bueno, pues… No sabes? Se ha muerto mi Toni…
- ¿Pero… Cómo? ¿Toni? ¿Cuándo ha sido..?
- Hace un mes. Fue fulminante.…
Mamuchi recordó muchas conversaciones en las que Toni, el gran amor humano de la vida de su amiga, había sido protagonista. Recordó ese imancito que tenemos en casa enganchado en el frigo y que un día ella le trajo diciendo: “Es de parte de Toni. Aunque aún no te conozca, dice que con lo que le llego a hablar de ti es como si ya te conociera de toda la vida”. Recordó que de eso ya habían pasado seis años…
Verán, la gente que, como mi mamuchi, ya empieza a tener una edad (y hasta dos, je,je), acostumbra a admirarse con mucha frecuencia de la rapidez con la que pasa el tiempo y también de la cantidad de cosas importantes que se les quedan, entretanto, sin hacer. Y yo no puedo dejar de hacerme, y hacerles, la siguiente consideración: Uds. viven por regla general unos sesenta y cinco años más que nosotros los perros, sí, pero… ¿Se han percatado? Tienen también la increíble capacidad de perder absurdamente la mayor parte de esas décadas de ventaja. Pueden llegar a dejar pasar días y más días reconcomiéndose por lo que consideran mala saña de una suegra, una cuñada o un socio de la prote. Quedan noqueados tras infinitas noches insomnes barajando posibilidades que ya son imposibles por el simple hecho de que forman parte del pasado. Vegetan angustiados ante el próximo e hipotético “off” de su empresa o de su pareja, calibrando cómo hubiera podido ser todo si en vez de haber dicho -o hecho- esto o aquello, hubieran dicho -o hecho- lo de más allá. Viven pendientes de que lleguen las 2:00 PM, o las 8:00 (PM también) en el reloj de la ofi. O el viernes. O calculando cuándo vuelven a tener vacaciones (o “un puente” por lo menos), o soñando con ser felices el día que Alonso fiche por Ferrari, sin darse cuenta de que la nube que llevan encima todos, Alonso y Uds., continuará probablemente colocada sobre sus cabezas si no intentan ver más allá y/o a través de ella. Viven desperdiciando su tiempo de manera ridícula, algo que nosotros,los perros, no haríamos jamás. Nosotros vivimos intensamente cada minuto que nos ha sido dado y con ello demostramos que también en ese aspecto les damos a Uds. sopa con ondas.Uhmmm...¿Saben qué? La próxima vez que tengan tentaciones de lamentar la corta duración de nuestra perruna vida, piensen que tal vez el de arriba (o el que estaba de guardia ese día) dispuso que aunque en el transcurso de la existencia humana se tuviera que llorar la pérdida de varios colegas de cuatro pies, seguramente como compensación se pudiera disfrutar también de la compañía de varios de nosotros. Y, así, mientras les vamos mostrando lo que es realmente importante en el paso por este mundo, Uds., sabios seres humanos (a ver ese retintín, por favor) poco a poco lo van ya entendiendo, aunque para ello necesiten, por lo general, permanecer en él muuucho más tiempo que el que les fue concedido a unos simples, humildes y sencillos perros.
P.D. Supongo que mamuchi ha pillado algo de todo esto porque me encarga que envíe un abrazo especial muy cariñosón a Inés, otro para Mercé y su Odín (el que en su día fuera noviete de nuestra albondiguilla), que le diga a Mari Pili que el chocolate que le envió “por teléfono” el domingo por la tarde le sentó de maravilla y, por supuesto, también que os envíe a todos un abrazo tan grande como me permitan mis cortas patuchas y mi perruno corazón. Y estoooo...
¡¡A VER SI EN LA PRÓXIMA ENTREGA PUEDO, POR FIN, HABLAR DE MI ARNÉS NUEVO !!

miércoles, 16 de septiembre de 2009

EL PATIO DE MI CASA O QUE LLUEVA QUE LLUEVA LA VIRGEN DE LA CUEVA

Hoy también estaba previsto otro tema, chicos, pero vamos a tener que dejarlo para otro día porque mamuchi se ha enfadado mucho conmigo y yo no estoy tampoco de humor para hablar de otra cosa que no sea la última gamberrada que, según ella, le he hecho.
Os la cuento porque, a lo mejor, así le podéis hacer ver a ella que tampoco es para tanto la cosa…Veréis, resulta que estos días ha llovido…Y mucho, además. Y cuando llueve, el patio de mi casa, como el de la, se moja como todos los demás. Y no sólo eso sino que, además, decide retener el agua en un montón de tiestotes de esos que a mamuchi le encanta amontonar por todas partes. Tiestos pequeños y tiestos grandes que son, dicho sea de paso, los que tienen más posibilidades y los que a mí más me gustan.
Y aquí es cuando se nos plantea el problema, porque resulta que ella no entiende que hay algo especial en mis genes - tal vez algún ancestro de perro de aguas o, quién sabe, simplemente la posibilidad de que hubiera experimentado una vida anterior como rana - un algo, en fin, que me lleva a escarbar en cualquier lodazal posible buscando vete tú a saber qué. Porque, si he de seros sincero, ni yo mismo sé lo que busco, la verdad...
El caso es que esta mañana mamuchi se sentía muy satisfecha porque, por fin, había conseguido estar lista para salir a la hora en que debería hacerlo siempre y que, por diversas razones, nunca logra. Iba ella hecha un pincel.Como se resiste a aceptar que el verano - como tantas otras cosas - se acaba irremisiblemente, se me había plantado una impoluta faldita color blanco nacarado a juego con todo lo demás.Después de las sesiones de verificación de rigor, a saber, una de “espejito-espejito” y otra de “no se ha quedado ningún gato dentro de algún cajón”, ya salía lanzada y dispuesta a hacerme entrar a mí…
RENAAAATO… RENATITOOOOO..?? VENGA P’Á DENTRO QUE MAMÁ SE VA..!
Pero, claro, yo no podía oírla porque a cierta profundidad acuática ya se pierde el sentido auditivo. Y más cuando uno se mete en faena a conciencia, como es mi caso. Lamentablemente, me ha tenido que pescar de allí dentro… Creo que cuando me ha visto le he recordado las últimas imágenes relacionadas con aquella playa en la que se veían muchos “Nunca Mais” escritos en otras tantas pancartas…A partir de ese momento todo se ha desarrollado con mucha rapidez, pero, eso sí, recuerdo nítidamente que me he “leído” de golpe todas las noticias que venían en el periódico de ayer y que después he sido precipitado bajo una tremenda ducha a toda presión.Indignante. En una cárcel turca me hubieran tratado con más delicadeza! Luego la he visto limpiando, a velocidad de crucero, los indicadores de nuestro paso (total, unos churretes en el suelo, en las puertas y, ejem, también en las paredes) mientras se iba acordado de mi árbol genealógico hasta, por lo menos, la tercera generación y también mientras intentaba embutirse en unos tejanos a los que les tiene manía porque dice que le hacen cartucheras.“Le hacen..." JÁ! Te “hacen” no, reina, las tienes y punto pelota. ¡Hala! Que uno también tiene su puntillo, hombre ya!...Bueno, a mí la verdad es que ya se me ha pasado y sé que a ella también. Es más, seguro que ya debe haber pasado por el “todo a cien” de turno a hacer acopio de palitos de esos de colorainas de los que me dá siempre cuando se marcha. Como esta mañana me he quedado sin, seguro que esta noche caerá ración doble y yo, aunque me gustaría demostrarle que me siento ofendidísimo, sé que no podré evitar que se me giren las orejas cuando pegue mis cuatro botes de rigor, ya sabéis… Ah! Pero, eso sí, en cuantito se descuide, me voy a comprobar si el sol que ha hecho hoy no ha acabado con las tremendas posibilidades que ofrecía el tinajo de la esquina.Y de ser así, francamente, tampoco me pienso preocupar mucho porque acabo de oir la previsión meteorológica para mañana, y a que no sabéis qué anuncia..?
Pues sí: LLUVIA!YIIIIIIJAAA!!XD

miércoles, 9 de septiembre de 2009

MAS COSILLAS ACERCA DE MI



No soy un perro lazarillo. Tampoco colaboro con la policía ni con los bomberos. No fui, aparentemente al menos, llamado a grandes misiones en este mundo…
Por otra parte, en el absolutamente improbable caso de que a mi mamuchi se le ocurriese presentarme a uno de esos absurdos concursos de razas caninas, ambos saldríamos, fijo, con una patada en el culo. Y es que soy un teckel con las orejas demasiado cortas, el rabo demasiado largo y unas manos que parecen dos “señorías”, una del gobierno y la otra de la oposición, en sus respectivos estrados mentales, o sea, cada una mirando en dirección exactamente opuesta a la otra.
Sin embargo, cuando estas extremidades mías pegan cuatro botes y logran que mis orejas queden impepinablemente del revés, sé que a ella le aportan alegría. Igual que cuando muevo el rabo con tanta energía que parece que me voy a acabar desprendiendo de él, como hacen las lagartijas.
Y también sé que cuando mis ojos la miran, le transmiten la respuesta a muchas de sus preguntas.
Porque yo la miro intensamente… Y aunque a veces tengo la sensación de que ella deja de verme - sobre todo cuando parece estar prendida en un punto lejano del espacio - yo lo entiendo y la disculpo.
Entonces, simplemente espero. Espero tranquilo a su lado y, mientras, no puedo evitar recordar aquella peli que vimos el sábado en casa y de la cual se me quedó especialmente grabada una frase. Era la del final... Sí, aquella que decía: “Presiento que esto es el principio de una gran amistad…”

viernes, 4 de septiembre de 2009

SÍ, ME LLAMO RENATO, ¿Y QUÉ?

Hace unos tres meses llegó a la ofi una visita. En principio, una de tantas. Se trataba de una chica que decía tener “sita” con uno de los “lisensiados” y que traía consigo un crío que parecía, muy, muy enfadado. A pesar de esa actitud que, a decir verdad, no acostumbra a resultar demasiado atrayente en los bebés, mami (la mía) se dió cuenta enseguida de que aquel era para ella uno de aquellos casos, más bien poco abundantes, referentes a cachorros humanos que conseguían inspirarle unas irresistibles ganas de besuquear, achuchar y hasta de propinar algún que otro mordisquito mofletero. Uno de esos, en definitiva, ante los que no se tenía que ver, ante la orgullosa madre, en la tesitura de recurrir a la frasecita típica del: “Uy! Qué espabilado está, verdad?
A mí me consta que tal atracción no tiene relación alguna con cuestiones físicas y/o estéticas. De hecho, a ella le dan bastante rabia estas cosas. Aún recuerda aquel anuncio de “Sánex” en el que, mientras se mostraba en primer plano un enorme “bombo” siendo frotado con una espumosa esponja, una voz en off iba informando de las teóricas gracias que adornarían al futuro neonato: “Tendrá el pelo rubio y los ojos azules”…
Seguramente más de uno lo recordáis también. Puaf!
Y también estoy seguro de que cualquier creativo publicitario ha tomado buena nota de lo que representó aquella pifia en su momento y ahora, si os fijáis, en todos los anuncios proliferan los bebés multiraciales, dá igual que lo anunciado sea un gel, la Nocilla o los petos del United Colors of Benetton.
En cualquier caso, como mi “santa madre” sólo echa mano de una pastilla de jabón tipo “Lagarto” para sus abluciones cotidianas( y de decantarse por el uso de un gel probablemente tampoco hubiera adquirido esa marca ni en fecha previa al anuncio de marras) no pudo dirigirse inmediatamente al baño para proceder a vaciar el frasco completo, no ya en el wáter (que eso hubiera sido una auténtica putadita para el alcantarillado público) sino en algún recipiente de dónde luego ya se hubiera encargado de deshacerse de la forma más contundente y ecológica posible.
Acabo este inciso sobre empatías entre seres... Supongo que con unas personas se siente más atracción que con otras (también lo he oído llamar “química”). Y esto sucede sea cual sea su edad, su peso y su gama cromática capilar y dérmica. Así de sencillo.
Y a mí, perrunamente hablando, me sucede lo mismo. Que lo sepan!
Bueno, y volviendo al hilo de la historia, llegamos al punto en que mi mami pregunta a la del berreante rorro el nombre del susodicho. Y también al momento de la respuesta que fué… ¿Adivináis cual fué..?
EXACTO! Lo adivináis!
...
Ese mismo día ella llegó a casa con la buena nueva: ¡Ya me tenía nombre asignado!
Tras el sobresalto inicial (convendréis conmigo en que el nombrecito se las trae) tengo que confesar que experimenté una sensación de alivio.Y es que hasta el momento no dejaba de resultarme altamente sospechosa esa manía suya de llamarme siempre empleando todo un Santoral en lo que - y esto que quede entre nosotros - probablemente no era más que una muestra de su inicial y presuntamente firme decisión de pasar de mí como de volar.
Sí, eso estuvo sucediendo durante varios días, alguna semanita incluso(reconócelo, reina) hasta que un buen día observé que cuando sonaba el telefonino ya no lo miraba como esperanzada sino más bien con un cierto recelo y que cuando salíamos a estirar las patas, más que del paisaje, iba pendiente de que desde detrás de cualquier esquina o interior de algún vehículo con el que nos cruzáramos por la calle, no pudiera dejarse oír alguna exclamación tipo:
”ANDA, PERO SI ES POPI! POR FIN APARECEEES!!”

Ahora tengo clarísimo, mejor dicho,”tenemos”, porque lo que es yo nunca tuve (y más de una por aquí, tampoco) dudas al respecto de dónde estaba exactamente mi perrunil destino.
Esto ya es una certeza total.
Máxime cuando me enteré de que ayer, al responder una vez más al teléfono en su curro y escuchar que una voz femenina, tras saludar, se identificaba como “La Mamá de Renato”, la mía le espetó un: “¿¿QUÉÉÉÉÉÉÉÉÉÉÉÉÉ??” tan horrorizado, que la del otro lado de la línea debió quedarse sumamente extrañada.
Y no sé cuánto le durará la extrañeza, je,je, pero lo que es a una que yo me sé, ¡el susto no se le ha quitado todavía!

miércoles, 2 de septiembre de 2009

SEGUNDA ENTREGA



Ante todo, muchas gracias a Miguel y a la Mari Pili & Family. A ésta última además, precisarle que tomo nota puntualmente de su gentil ofrecimiento chocolatil que –POR SUPUESTO - es aceptado en la mejor de las disposiciones: )
Y ahora procedo a dejarle nuevamente la pluma al paticorto titular de este espacio... Parece ser que, en principio, tenía previsto largar bastante sobre sí mismo, aunque algo, o, mejor dicho, "alguien" (concretamente cierta criatura bigotuda) le haya hecho, en última instancia, cambiar el orden de sus prioridades a la hora de soltar su rollo…
Ahí lo tenéis!
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Me han explicado que estas pasadas Navidades, y sin saber exactamente la razón, la preceptiva iluminación de cada año en casa por esas …entrañables (¿?) fechas, no fué colocada. También me han contado que, al tiempo que unas luces (se diría que de forma premonitoria) no llegaban a encenderse, otras se apagaban ya para siempre.
Y una de esas fué la de la mirada de Lucía, mi mejor amiga gatuna.
De eso ya hace varios meses…
Desde entonces, Lucía camina despacito, alerta, tanteando siempre el siguiente paso que va a dar. Apenas percibe el roce con algún objeto, se retira de forma similar a la de los caracoles cuando captan la yema de un incordiante dedo en sus antenillas.
Yo la observo siempre y, aunque sé que no puede verme, también sé que ella, de alguna forma,igualmente lo sabe. Eso sí, permanece inmutable mientras a mí no deja de admirarme la sensación que produce el simple hecho de tenerla cerca.
Uhmmm!!! No puedo por menos que pensar en todos esos libros, revistas, artículos, cursillos, seminarios y retiros espirituales que “corren” por ahí!
En toda esa información revelada por “los” Jorges Bucays, Walters Risos, Eckharts Tolles, Louises L Hays, etc., etc. del mundo…
Y todo ello en ese muy humano e infatigable intento de dar con la clave de la Verdad, de la paz del espíritu, de la quietud del alma…
De la esencia de la felicidad, en definitiva.
Porque realmente de eso se trata, no?
Y, mira por dónde! Resulta que está ahí! Ahí mismo! Simplemente depositada en un pequeño cuerpecillo que ni siquiera va envuelto en una túnica color azafrán, sino en una simple pelusa, algo despeinada, de tonos grisáceos.
Un cuerpecillo que respira plácida y acompasadamente al ritmo de ese continuo ronroneo que es su particular mantra y la banda sonora de su existencia.
La sigo observo atentamente. Luego me acerco, coloco mi cabeza sobre ella durante unos momentos hasta que...
MIEr…cachis! Ahora recuerdo aquel fantástico pseudo-hueso que no sé dónde diablos escondí anoche y... Aaayyyyyy! la imperiosa necesidad de encontrarlo!!!
Estoy seguro de que podéis comprenderlo, ¿verdad..? Así que… ejem, bueno, no sé vosotros, pero yo, desde luego, voy a continuar con esa búsqueda…
¡A ver si hay suerte..!